¿Por qué? y ¿Para qué?

 

Jamás Imaginé estos Sueños de Gloria

 

El alma que escribe es soñadora, un alma joven, un alma niña que vuela refulgente de
fantasías, así también es esta alma mía.

Desde que tengo memoria siempre me cree historias e inventé sueños construyéndolos en mi mente con los ojos puestos en el infinito, de esa manera me ensimismaba esquivando la realidad, alejándome de los demás hasta que oía el chasquido de unos dedos que me devolvían al presente entre risas y críticas de mis observadores por mi escaso dialogo. Esa jovencita romántica llena de ilusión retorna con vigor aún cuando las líneas marcadas de mi piel no son ignoradas por quien me ve condenándome a una vejez precoz, viene a rescatarme del olvido con la pasión por escribir que se aviva cuando una voz grita ¡Concurso!

Saber qué una persona a kilómetros de distancia abre sus ojos para leer éstas mis nóveles notas me embarga de emoción, mi inquieta mente se agudiza entrenando mis dedos con cada palabra, armando con dulzura esas anotaciones que me llevaran a la satisfacción única de saber que alguien levantó la cortina para verme a través de estas breves líneas

¡Esa es mi gloria! no es que no importe alcanzar un premio, importa, pero percibo la gloria no sólo en el reconocimiento sino en el bien que queda al correr junto con el que gana.  Para mi participar en concursos de escritura es entrenar, además que voy recopilando escrito tras escrito creando un compendio de mi nuevo hobbie... !el hacer escritural!.

Nunca imaginé que se pudiera sentir tanta pasión al escribir y que ésta viniera acompañada de una alegría juvenil al verme expuesta entre líneas ante otros.

Descubrirlo me lleva a pensar que el ser humano es maravilloso, puedes alcanzar la gloria en las cosas más sencillas de la vida, sólo tienes que explorarte un poco para poder desenterrar esa belleza escondida en el interior del alma